lunes, 8 de noviembre de 2010

Mi último adiós




(Texto Rescatado)
Escrito el día 10 de Mayo de 2007

El destino optó por separarme de ti. Mi vida teñida de blanco y negro. Tú, culpable de mi desdicha desapareciste de mi vista. Tras un manto de humo y espesa penumbra me abriste tu corazón. Amabas a otro y yo derrotada lloraba por el comunicado inesperado. No daba crédito a lo que estaba escuchando. Cerré los ojos e imaginé como buscabas sus labios con tus preciosos ojos cerrados. Imaginé tu fragancia rodeándoos y ambientando el momento en el que ambos declarabais vuestro amor a los cuatro vientos bajo la luz de la luna. Imaginé estar al otro lado de la calle perplejo viendo como mi vida se desvanecía, sintiendo como mi alma se iba, como mi corazón cansado de latir sin sentido se detenía. Imaginé como caía al suelo y noté como mi cuerpo lo imitaba y cada vez más rígido al recordar que te habías ido. Desde la acera de enfrente y cuando me contaste que tu corazón ahora marcaba un ritmo acelerado al estar al lado de aquel chico que consiguió robártelo.

Me di cuenta que necesitaba ver a aquella persona encapuchada y armada con una gran guadaña. Nubes negras cubrían el cielo azul, mis lágrimas caían sobre mis rodillas y mis manos sudaban nerviosas por no tener a nadie a quien abrazar. Sin mediar palabra mis labios temblaban e intentaban darte el último adiós mientras caminabas con propósito de alejarte de mí. Se me hizo eterna la espera hasta que doblaste aquella esquina. Seguía tus pasos con dedicación y le pedía a Dios que se llevara mi alma pues tras tuya se marchó. No sé si me recuerdas, pero sigo aquí, bajo una losa. Vivo aquí desde que sufrí aquella aparatosa caída. Mi coche se desprendió de mi cuerpo lanzándome por aquella pendiente. Tras beber demasiado intentando ahogar tu recuerdo en whiskey del barato con hielo.

Ahora por fin me atrevo a decirte adiós sin recelo.

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