jueves, 11 de noviembre de 2010

Tu noche, mi noche




Texto Rescatado
Escrito el día 16 de Abril de 2007

Cae la noche, llora y siento cada lágrima como si fuese mía. Está triste pues de nuevo se quedó sola. Un manto estrellado, oscuro y aparentemente frío le desvela. Una vez más de vigilia continua. Me siento como ella, solo y desamparado en este mundo lleno de personas que se limitan a mirar por ellos mismos sin importarles lo más mínimo lo que pueden dañar a los que tienen debajo o al lado, quizás delante y hasta incluso arriba. Te comprendo luna, sé que andas sola, pero no puedes quejarte. Suena tu banda sonora, la leve brisa que hace bailar mi camisa, que en contacto con las hojas de éste maravilloso árbol resopla, resuena agudo cual silbido de fauno. Los violinistas por excelencia en estas noches llenas de recuerdos, de ausencias, los grillos. Los bajos que añaden los búhos y mi aliento haciendo los coros a esta, tu noche, mi noche, nuestra noche. Apartados del mundanal ruido de la ciudad, sin coches, sin gritos, sin luces,… Solos tú y yo luna. En compañía de aquellas que siempre te acompañan, esas diminutas luciérnagas a millones de kilómetros, tan bellas como su dueña, pues que sería sin ellas en noches como esta. El mar acompasado con sus olas recordando el paso del tiempo, una, dos, tres,… cien, trescientas,… Pero a ambos nos falta algo, ¿verdad? Estamos incompletos, solos, arriesgado quizás decir desamparados. Rompemos a llorar desgarrados porque sabemos que no volverán aquellos días pasados. Gritamos al unísono al dios Cronos que retroceda, pero es imparable, invencible,… Majestuoso en su desfile, tempestuoso el ver que sigue alejándose aquél tiempo y tú, con su paso, me abandonas una vez más. ¿Si tú también te vas, que haré yo ahora? Solo me toca dormir, quizás eso calme mi llanto desesperado, quizás vuelva a soñar con ella mientras afuera el sol brilla. Un día más, quizás tenga suerte y podré volver a oler su perfume, recordar el tacto de su piel, el sabor de sus labios,… Se me hará largo el viaje, pero por mucho que me canse, sé que cada noche, volverás a compartir tus lágrimas con este viajero errante.

Buenos días luna, hasta la noche. Descansa, pues esta ha sido una velada bastante amarga, lamento haberte contado tantas penas y pocas alegrías. Pero he de decirte algo. Si esa niña ahora genera dolor en mi corazón, en su día me hizo el mejor regalo que jamás nadie podrá superar, pues me enseñó lo que era el amor. Bonito regalo, ¿verdad?

Buenos días luna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario